El rompecabezas de la productividad: madrugadores vs. noctámbulos en el trabajo

¿Noctámbulo o madrugador?

Comencemos nuestro debate sobre noctámbulos y madrugadores con una breve definición para entender mejor el tema. El término cronotipo es clave.

El cronotipo se refiere a la inclinación natural de un individuo o preferencia por estar activo y alerta durante períodos específicos del día, particularmente en relación con su ciclo de sueño-vigilia. Categoriza a las personas en grupos distintos basados en sus tendencias como "noctámbulos" o "madrugadores".

Comencemos respondiendo a la pregunta temática del estudio: ¿las personas se consideran noctámbulas o madrugadoras?

• El 59 % se categoriza como madrugadoras.
• El 25 % cree que son noctámbulas.
• El 16 % cree que no pertenecen a ninguna de las categorías.

Con el 59 % identificándose como madrugadores y solo el 25 % como noctámbulos, la mayoría tiende a abrazar las horas de la mañana. Además, el 16 %, que no se identifican ni como madrugadores ni como noctámbulos, destaca la presencia de un subgrupo que podría tener patrones de sueño-vigilia más flexibles o irregulares.

Nuestra investigación continuó explorando cuándo las personas se sienten más y menos productivas y concentradas.

Los encuestados se sintieron más productivos en estos momentos del día:

• Temprano por la mañana (06:00 a 09:00) – 34 %
• Media mañana (09:00 a 12:00) – 31 %
• Principio de la tarde (12:00 a 15:00) – 20 %
• Tarde (15:00 a 18:00) – 9 %
• Temprano por la noche (18:00 a 21:00) – 5 %
• Tarde por la noche (21:00 a 00:00) – 1 %

La mañana gana. El 65 % elige las horas de la mañana como el momento en el que son más productivos.

Por el contrario, Los encuestados se sintieron menos productivos en estos momentos del día:

• Temprano por la mañana (06:00 a 09:00) – 16 %
• Media mañana (09:00 a 12:00) – 22 %
• Principio de la tarde (12:00 a 15:00) – 28 %
• Tarde (15:00 a 18:00) – 15 %
• Temprano por la noche (18:00 a 21:00) – 8 %
• Tarde por la noche (21:00 a 00:00) – 11 %

Las horas de la tarde y la noche surgen como los principales enemigos de la productividad para el 34 % de los participantes. En medio del ajetreo y el bullicio del principio de la tarde (12:00 a 15:00), el 28 % de los encuestados también piensan que su productividad se ve reducida, ya que creen que estas son sus horas menos productivas.

¿Conclusión? Las horas de la mañana son las más productivas.

Y no es que la gente sea perezosa. Al preguntar en una encuesta cómo describirían su productividad en general, el 63 % de las personas se consideran extremadamente o muy productivas.

Por lo tanto, considerando la productividad de los encuestados (o la falta de ella) en horas específicas, vale la pena responder a la pregunta sobre las horas de trabajo preferidas.

• Comenzar temprano por la mañana, terminar pronto por la tarde — 24 %
• Jornada laboral estándar (9:00 a 18:00) — 55 %
• Comenzar más tarde por la mañana, terminar más tarde por la tarde — 17 %
• Trabajar por la mañana, tener un descanso y terminar por la tarde — 4 %

Así es como se desglosan las respuestas de los encuestados. Dado que una jornada laboral de 9:00 a 18:00 gana para la mayoría de los empleados, el 45 % “sufre” al trabajar en este horario, cuando, en realidad, su productividad habría sido mejor en un horario diferente.

Además, echa un vistazo a los datos sobre cómo se sienten los empleados al trabajar durante un horario que no es su preferido.

• El 42 % puede manejarlo, pero su productividad es menor.
• El 35 % puede adaptarse y desempeñar sus funciones de forma correcta sin importar la hora.
• El 23 % encuentra difícil trabajar fuera de su horario preferido y su productividad es mucho menor.

Solo el 35 % se adapta y es capaz de realizar sus funciones sin importar la hora. El 65 % informa de una disminución en la productividad.

¿Qué significa esto? Los empleadores deberían esforzarse por crear un entorno laboral que respete los cronotipos individuales, lo que puede influir positivamente en la satisfacción y el rendimiento de los empleados. Mientras tanto, los trabajadores deben ser conscientes de sus preferencias, optar por un horario adaptado a sus necesidades o abogar por acuerdos de trabajo flexibles para maximizar su productividad y bienestar.

Impacto de las horas de trabajo en los resultados laborales

Muchas personas todavía operan dentro de una jornada laboral de 9:00 a 18:00. Y no es justo, ya que algunos ganan y otros pierden.

El 70 % de los encuestados piensa que los madrugadores son más productivos dentro de un horario de trabajo de 09:00 h a 18:00 h.

Y si las personas trabajan las horas que corresponden a sus necesidades impacta significativamente en su satisfacción laboral, rendimiento y productividad.

Cuando se les preguntó: “¿Está trabajando actualmente fuera de su horario preferido?“, nuestros encuestados respondieron:

• Sí, y tiene un impacto moderadamente negativo en mi satisfacción laboral — 42 %
• Sí, y tiene un impacto significativamente negativo en mi satisfacción laboral — 40 %
• Sí, pero no tiene un impacto en mi satisfacción laboral —12 %
• No, actualmente estoy trabajando dentro de mi horario preferido — 6 %

Así que, el 94 % está trabajando actualmente fuera de sus horas de trabajo preferidas.

El número puede parecer alto, pero tenemos datos externos para respaldarlo. En 2018, Céline Vetter, profesora ayudante en la Universidad de Colorado Boulder, dijo que el 80 % de los empleados podría trabajar en un horario no sincronizado con su reloj interno. Con el tiempo, en lugar de disminuir, esta cifra creció.

Pero los trabajadores pueden abordar la falta de flexibilidad. A veces, simplemente con hablar es suficiente. Como parte de la encuesta, preguntamos a los participantes si alguna vez habían discutido sus preferencias laborales con empleadores o gerentes.

• El 49 % lo hizo, y sus supervisores fueron solidarios y complacientes.
• El 42 % también inició tal conversación, pero su empleador/gerente no fue solidario ni complaciente.
• El 7 % no ha hablado con su gerente sobre cambiar sus horas de trabajo para adaptarlas mejor a sus necesidades.

A continuación, preguntamos a los encuestados que valoraran la importancia de las horas de trabajo flexibles para su satisfacción laboral general en una escala del 1 (nada importante) al 5 (extremadamente importante). Los resultados revelaron una tendencia contundente, con un impresionante 57 % asignando una calificación de importante o extremadamente importante. Esta abrumadora mayoría subraya el impacto innegable de las horas de trabajo flexibles en la felicidad y realización personal de los empleados en sus roles.

Y sin esa flexibilidad, no solo la satisfacción laboral es la que sufre.

Los encuestados describieron abiertamente el impacto de trabajar fuera de su horario preferido en su bienestar general. Los datos muestran que el 77 % experimentó un efecto negativo en su bienestar:

• El 30 % experimenta efectos significativamente negativos en su bienestar general.
• El 47 % experimenta un impacto negativo moderado en su bienestar general.
• El 15 % informa de que su bienestar no se ve afectado.
• El 8 % experimenta efectos positivos en su bienestar general.

¿Y qué hay del rendimiento? Aquí, de nuevo el 77 % experimenta el impacto negativo de trabajar fuera de su horario preferido en la productividad:

• Para el 47 %, el rendimiento laboral sufre en cierta medida cuando trabajan fuera de su horario preferido.
• El 30 % revela que su rendimiento laboral sufre significativamente.
• El 15 % cree que su rendimiento laboral permanece inalterado.
• El 7 % de los encuestados dice que su rendimiento mejora cuando se les obliga a trabajar fuera de su horario preferido.

Las repercusiones de este desajuste entre las horas de trabajo y los cronotipos personales pueden ser aún más amplias, afectando a varios aspectos de la vida de un individuo. Las principales consecuencias de trabajar fuera de su horario preferido son:

1. Cambios de humor o irritabilidad – 38 %
2. Problemas de salud física (por ejemplo, dolores de cabeza) – 37 %
3. Dificultad para concentrarse o enfocar la atención – 34 %
4. Aumento de la fatiga o cansancio – 33 %
5. Disminución de la productividad o desempeño – 33 %
6. Relaciones personales o vida social tensas – 32 %
7. Dificultad para dormir o patrones del sueño alterados – 31 %

En esta pregunta, se permitió a los encuestados seleccionar tantos síntomas como experimentan cuando no pueden trabajar en su horario preferido. El coste de trabajar fuera de sus horas de trabajo preferidas es innegable, desde cambios de humor y problemas de salud física hasta disminución de la productividad y un aumento del estrés en las relaciones personales.

Solo el 17 % de los encuestados dijo que no experimentan consecuencias específicas.

En tal situación, la mayoría de las personas se ven obligadas a probar muchas estrategias diferentes para lidiar con el trabajo fuera de sus horas de trabajo preferidas.

• Echarse la siesta o hacer un descanso durante el horario laboral – 45 %
• Ajustar su horario de sueño en días no laborables – 44 %
• Emplear técnicas de gestión del estrés (por ejemplo, ejercicio o meditación) – 43 %
• Consumir cafeína o bebidas energéticas – 42 %
• Buscar flexibilidad en su horario laboral siempre que sea posible – 39 %

Estas son las técnicas más populares que los encuestados compartieron con nosotros. Por lo general, los empleados no usan solo una, sino que eligen dos o más estrategias.

¿Echarse la siesta durante el horario laboral o consumir bebidas energéticas? El tiempo es dinero, por lo que la primera técnica plantea dudas sobre la productividad, mientras que la segunda cuestiona la sostenibilidad a largo plazo y las posibles implicaciones para la salud.

Vale la pena señalar que el 18 % no tiene estrategias efectivas para lidiar con ello.

La importancia de trabajar según el cronotipo

Vamos a evaluar la importancia de trabajar durante las horas de trabajo preferidas.

• Para el 61 % de los encuestados, tiene una importancia moderada, ya que demuestran adaptabilidad y pueden hacer frente a diversos horarios de trabajo.
• Es importante para el 24 %, pero aún pueden manejarlo si necesitan trabajar fuera de su horario preferido.
• El 7 % enfatiza la extrema importancia de trabajar durante sus horas preferidas, porque afecta significativamente a su satisfacción y rendimiento laboral.
• Para el 7 % no es importante y no tienen una fuerte preferencia por horarios de trabajo específicos.

Los encuestados también reflexionaron sobre hasta qué punto están dispuestos a hacer sacrificios para lograr un equilibrio óptimo entre trabajo y vida personal, y alinear las preferencias personales con los compromisos profesionales.

• El 44 % haría sacrificios significativos para trabajar durante su horario preferido.
• El 44 % haría sacrificios menores si fuera necesario.
• El 11 % no está dispuesto a sacrificar nada y prefiere adaptarse.

Entonces, ¿cuáles son esos sacrificios?

Como parte de nuestro estudio integral, presentamos a los participantes de la investigación una lista. Les pedimos que indicaran todos los aspectos de la vida que podrían estar dispuestos a sacrificar a cambio de flexibilidad laboral.

• El 42 % estaría dispuesto a sacrificar aspectos de su vida familiar para trabajar durante sus horas de trabajo preferidas.
• El 37 % de los encuestados sacrificaría su tiempo libre.
• El 35 % cambiaría sus valores personales.
• El 34 % de los participantes sacrificaría el tiempo dedicado a pasatiempos e intereses personales.
• El 30 % de los encuestados estaría dispuesto a hacer sacrificios en su relación o matrimonio.
• El 30 % renunciaría a una carrera exitosa.
• El 28 % de los participantes estaría dispuesto a sacrificar aspectos de su salud mental.
• Notablemente, el 11 % de los encuestados expresó su satisfacción con su horario de trabajo actual e indicó que no estaría dispuesto a hacer ningún sacrificio para cambiarlo.

Pero hacer sacrificios puede ser diferente cuando se presenta una elección consciente.

Pedimos a los participantes que consideraran varios escenarios y tomaran decisiones con respecto a sus horas de trabajo y beneficios asociados. Los resultados proporcionaron percepciones interesantes sobre las prioridades de los individuos con respecto a su equilibrio entre trabajo y vida personal.

Entonces, ¿qué prefieren las personas?

1. La flexibilidad es casi igual a un aumento salarial

   Trabajar fuera del horario de trabajo preferido y recibir un aumento del 20 % del salario – 49 % vs. ganar un 20 % menos de lo que ganan ahora pero poder disfrutar de horarios flexibles – 51 %.

   Hablando de dinero, preguntamos a los encuestados cuánto aumentaría el salario para convencerles de comenzar a trabajar significativamente más temprano/tarde que la hora a la que les gustaría.

   • Solo una pequeña fracción (4 %) de las personas encuestadas indicó que un aumento del 5 % en el salario les convencería para comenzar a trabajar significativamente más temprano/tarde que a la hora a la que les gustaría.
   • A medida que la oferta de compensación aumentó al 10 %, el 28 % de los encuestados expresó su disposición para ajustar su horario de trabajo.
   • Este número creció a medida que la oferta de compensación llegó al 15 %. El 47 % de los encuestados indicó su disposición para comenzar a trabajar más temprano o más tarde a cambio de un aumento del 15 % en el salario.
   • A medida que el incentivo financiero alcanzaba el 20 % o más, una considerable proporción (20 %) de los encuestados estaría dispuesta a ajustar su horario de trabajo si se les ofreciera esto.
   • Curiosamente, una pequeña minoría (2 %) de los encuestados afirmó firmemente que ninguna compensación adicional les haría estar dispuestos a comenzar a trabajar significativamente más temprano o más tarde.

   Los resultados de la encuesta sobre las preferencias de horario laboral presentan una imagen convincente del impacto significativo de los incentivos financieros en la disposición de las personas a ajustar sus horarios de trabajo. A partir de estos datos, es evidente que el dinero hace maravillas al influir en las decisiones de horario de trabajo para la mayoría de los encuestados.

2. Empleo estable sobre flexibilidad

   Trabajar en contra de tu horario preferido – 72 %
   vs.
   Estar desempleado – 28 %

3. El equilibrio entre trabajo y vida personal gana por un pequeño margen

   Trabajar según tu horario preferido – 47 %
   vs.
   Tener un buen equilibrio entre trabajo y vida personal – 53 %

4. Equilibrando la seguridad laboral y el horario preferido

   Trabajar según tu horario preferido – 50 %
   vs.
   Seguridad laboral – 50 %

5. Horas flexibles sobre promoción

   Trabajar según tu horario preferido – 55 %
   vs.
   Promoción – 45 %

6. Flexibilidad sobre tiempo libre remunerado

   Trabajar según tu horario preferido – 73 %
   vs.
   Tiempo libre remunerado ilimitado – 27 %

El deseo de trabajar durante las horas de trabajo preferidas puede llevar a los empleados a sopesar el valor de ciertas concesiones contra los beneficios de un horario ideal. Si bien los incentivos financieros y la seguridad laboral siguen siendo consideraciones esenciales, muchos empleados priorizan el equilibrio entre trabajo y vida personal y las horas flexibles.

Cambios generacionales

A medida que profundizamos en la dinámica de los patrones del sueño y las preferencias de estilo de vida, surge una pregunta intrigante: ¿Ser noctámbulo o madrugador es cuestión generacional?

La tarea era simple: determinar si la edad afecta a nuestros patrones de sueño. Preguntamos a los encuestados si, en su opinión, la edad influye en si alguien es noctámbulo o madrugador.

• El 73 % cree que sí.
• El 14 % sostuvo la opinión de que la edad no influye en la preferencia de un individuo por ser noctámbulo o madrugador.
• El 13 % de los participantes no estaba seguro.

Entonces, ¿las generaciones mayores, como los Baby Boomers y la Generación X, son generalmente madrugadores, mientras que las generaciones más jóvenes, incluidos los Millennials y la Generación Z, son generalmente noctámbulos?

• El 50 % de los encuestados cree firmemente que las generaciones mayores son típicamente madrugadoras, mientras que las generaciones más jóvenes tienen más inclinación a ser noctámbulos.
• El 40 % de los participantes reconoció que hay algo de verdad en esta afirmación, pero que no es cierto para todos.
• El 10 % de los encuestados afirmó que no hay una diferencia sustancial entre las generaciones con respecto a su tendencia a ser madrugadores o noctámbulos.

Entonces, si no es la edad y la pertenencia a una generación particular, ¿qué influye en si una persona es noctámbula o madrugadora?

Factores que contribuyen a la diferencia percibida en el cronotipo entre generaciones:

• Demandas de estilo de vida y trabajo – 41 %
• Actividades sociales y cultura nocturna – 38 %
• Valores generacionales – 38 %
• Actitud hacia el trabajo – 38 %
• Avances tecnológicos y tiempo frente a una pantalla – 38 %
• Cultura laboral diferente – 37 %
• Factores biológicos y ritmos circadianos — 36 %

En este estudio, los participantes podían seleccionar múltiples factores con los que se sintieran relacionados. Y es evidente que la diferencia percibida en las preferencias de cronotipo entre generaciones está moldeada por muchos factores, como una combinación de estilo de vida, demandas laborales, actividades sociales y valores generacionales que juegan un papel significativo en la formación de los individuos.

Pero hay más. Ser madrugador, noctámbulo o un nivel intermedio es genético. Según el estudio del investigador Michael Weedon, 351 factores genéticos influyen en si las personas prefieren las mañanas o las noches.

Próxima pregunta: ¿las preferencias de sueño/vigilia de las diferentes generaciones afectan a la dinámica y colaboración en el lugar de trabajo?

• El 41 % de los encuestados destacó que las diferentes preferencias de sueño/vigilia entre las generaciones pueden crear desafíos en la coordinación de horarios de trabajo y reuniones.
• El 34 % expresó que las diferencias generacionales en los patrones del sueño pueden llevar a conflictos o malentendidos entre compañeros de trabajo.
• El 25 % de los encuestados creía que las preferencias de sueño/vigilia no impactan significativamente en la dinámica y colaboración en el lugar de trabajo.

Por lo tanto, pueden surgir conflictos y desacuerdos, y los encuestados los han encontrado en la práctica. El 47 % de los encuestados dice que han experimentado personalmente desafíos o conflictos derivados de las diferencias en las preferencias de sueño. Pero, al mismo tiempo, el 44 % observó beneficios o resultados positivos derivados de las diversas preferencias de sueño.

Ante estos hallazgos intrigantes, los empleadores enfrentan una pregunta esencial: ¿deberían acomodar las diferencias generacionales en el cronotipo al elaborar los horarios de trabajo? La respuesta es un rotundo “Sí”.

• El 86 % dijo que es crucial acomodar las diversas preferencias de sueño/vigilia de las diferentes generaciones al establecer horarios de trabajo.
• Solo el 14 % cree que las preferencias de sueño/vigilia no deberían ser un factor determinante en los horarios de trabajo o las rotaciones de turnos.

Con un asombroso 86 % de los encuestados enfatizando la importancia de acomodar estas variaciones, es evidente que adaptar los horarios para adaptarse a los ritmos naturales de las diferentes generaciones puede mejorar significativamente la satisfacción y productividad del empleado. La opinión mayoritaria refleja una creciente comprensión del impacto de las horas de trabajo en el bienestar y desempeño del empleado, promoviendo un enfoque más inclusivo y flexible para la gestión de la plantilla. Adoptar esta perspectiva fomentará una plantilla más armoniosa y comprometida, beneficiando en última instancia tanto a los empleados como a los empleadores.